jueves, 26 de julio de 2007

ESE INSTANTE...


ESE INSTANTE SUBLIME
Unico, magico e irrepetible. Ese que solo captura los 7 minutos mas intensos y prolongados que no creimos nunca vivir.
Ese instante... en que mudamos pieles, nos fusionamos, nos trasmutamos, somos uno.
Vos y yo...
Yo y vos...
Tan solos, pero tan unidos, palpandonos, degustando con cada sentido el uno del otro.
Con luz tenue, o sin luz, con musica que distrae nuestro sentidos y nos trasporta a un mundo de ensoñacion, con blancos en la mente, sin mas atributo que el sentir.
Sentirte dentro mio, sentirme poseida, casi esclava, y pasar a ser la dueña absoluta de todas tus caricias y tus besos.
Te tomo, me tomas, viajamos, no pensamos, sentimos...
VIBRAMOS... juntos?
CIELO INMENSO

CREA UN AMBIENTE EROTICO (1ra parte)

CAUTIVA SU MIRADA:
Instala una luz de ambiente adaptada en el salón o en la habitación: debe ser tamizada, cálida, más bien amarilla anaranjada o incluso roja. Importante: nunca azul o verde, que son colores fríos y poco propicios para la excitación
Invierte en velas. Crean un halo de luz que incite a la intimidad. Si la vela se coloca encima de la mesa, con el resto de la habitación a oscuras, y os sentáis el uno frente al otro, os sentiréis muy cerca, juntos en un mismo círculo de luz.
Elige colores cálidos En la habitación, elige colores cálidos, tejidos étnicos, brillantes, llamativos. Cortinas, alfombras, cojines... Huye como la peste del estilo "minimalista" o de un estilo " loft tendance depurado " metálico, frío y desnudo. ¡Es anti-erótico total!
Ponte guapaLos hombres tienen un código de atracción erótico que pasar por los ojos. Su mirada reacciona ante la estética femenina. Decídete por ropa de colores cálidos, sexys, sugestivos, sin caer en la vulgaridad y sobre todo, que resalten tus puntos fuertes
Maquíllate los etnólogos dicen que el rojo de labios siempre tiene una resonancia erótica: tiende a representar el hecho de que los pequeños labios del sexo femenino se hinchen y enrojezcan con el deseo
Sugiere Sugiere: aunque la mirada es erógena, mostrar demasiado no lo es. No exageres demasiado a la hora de vestirte: un escote sugestivo que deje adivinar es mucho más erótico que una camisa completamente transparente que muestre sin misterio todo tu pecho
Movimientos eróticos Movimientos eróticos: la mirada no sólo afecta a aquello que es inmóvil, también capta los movimientos… Algunos gestos son muy exciantes cuando el resto del ambiente permite interpretarlos: pasa la lengua por sus labios, cruza las piernas, acaricia tu pierna con una mano, desabotónate un poco más la camisa…
Instala un espejo en la habitacion
Observarse acariciándose, puede estimular los ardores.
(fuente: enFemenino.com)

EL ORGANO DEL PLACER FEMENINO (1ra.parte)


ANATOMIA DEL CLITORIS

Su posición: ¿Dónde está situado el clítoris? La respuesta puede parecer evidente, y sin embargo, muchos hombres y mujeres ignoran su localización o simplemente tienen una ligera idea. La parte visible del clítoris está situado entre los pequeños labios, hacia delante, al lado del pubis, debajo de un pliegue de piel que le cubre y se llama capucha.
Su capucha: El clítoris está protegido por un pliegue de piel formado hacia delante de los pequeños labios. Es el equivalente al prepucio del pene masculino. Por ello, algunas culturas en las que se practica la ablación de la capucha hablan de "circuncisión femenina". (Pero la excisión es en realidad mucho más mutilante que la simple ablación de la capucha).
Su glande: es el extremo del clítoris, su parte visible, la que sale al aire. Está formada de una mucosa y no de piel. Es de color rosa y extremadamente sensible.
Su tronco: Es la parte que sigue al glande. Pero mientras que el glande es visible, el tronco del clítoris no se ve.
Su raíz: El clítoris continúa en profundidad y su tronco se separa en dos raíces que rodean a los dos bordes laterales de la vagina. La longitud total del clítoris, glande + tronco + raíz es de unos 11 centímetros, mucho más largo de lo que hubiéramos podido pensar.
SENSACIONES:
El glande: El glande del clítoris es extremadamente rico en corpúsculos de Kraüse, captadores de sensaciones de placer, ya que tiene dos o tres veces más - en una superficie más pequeña - de lo que tiene el glande del pene.
Alrededor del glande: algunas mujeres tienen un glande tan sensible que es imposible tocarlo directamente. Es suficiente con acariciar la zona de alrededor, ya que la mínima presión es transmitida inmediatamente al clítoris, hipersensible.
El tronco: Es una especie de cilindro pequeño que sube hasta el hueso del pubis. Durante la excitación, un frote enérgico en esta zona produce sensaciones muy voluptuosas. Por ello, muchas mujeres prefieren una posición en la que el pubis del hombre se apoya directamente sobre el pubis femenino, ya que de esta manera estimula el clítoris.
En los bordes de la vagina: es ahí que terminan las raíces del clítoris. Ésta es la razón por la que las caricias relativamente marcadas a ambos lados de la vagina, cerca de la entrada, pueden provocar sensaciones muy fuertes.
Las vibraciones : El clítoris es muy sensible a las vibraciones. Esta información es muy interesante para las mujeres que nunca han tenido un orgasmo, ya que si utilizan un vibrador aplicado en el clítoris, es casi seguro que alcanzarán un orgasmo.
(fuente: enFemenino.com)

PUNTO "G"

Esta zona está situada en el interior de la vagina y su tacto es parecido al de un botón de relieve ligero. Se ubica exactamente detrás del hueso púbico y es muy fácil de localizar después del orgasmo ya que se convierte en una zona muy sensible.

Apoye el dedo suavemente y de una forma compasada sobre el punto "G", modificando el ritmo según el resultado obtenido. Este tipo de caricia requiere de mucho tacto ya que el hombre puede acelerar o ralentizar, aumentar o reducir la presión y con ello hacer variar el grado de excitación de su pareja. Se recomienda que para efectuar este tipo de caricias las manos estén completamente limpias, las uñas bien cortadas y limpias y no estaría de más utilizar un poco de crema o aceite lubricador a fin de hacerlas más suaves si cabe

(fuente: sexologia.com)